martes, 29 de abril de 2014

Abril 30

       14. Ten por cierto que tu vida ha de ser una muerte continua y que cuanto más uno muere a sí mismo, tanto más vivirá para Dios. Nadie es apto para comprender las cosas celestiales si no acepta padecer adversidades por Cristo.
       Nada hay en el mundo más agradable a Dios ni más saludable para ti que sufrir voluntariamente por Cristo. Y si te dieran a escoger, deberías preferir los padecimientos de Cristo que gozar de muchos consuelos, porque así serías más semejante a él y más conforme a todos los santos.
       Nuestro mérito y la perfección de nuestro estado no consiste en las muchas dulzuras y en las alegrías, sino en las grandes penas y en las tribulaciones que se hayan soportado.

lunes, 28 de abril de 2014

Abril 29

       11. Cuando hayas llegado al punto en que la tribulación te sea agradable y te parezca sabrosa por amor a Cristo, considérate afortunado, porque has hallado el paraíso sobre la tierra.
     Pero si te parece duro el padecer y aún procuras evitarlo, serás un desdichado, porque, adondequiera que vayas te seguirá la tribulación.
       12. Si te dispones a hacer lo que debes, es decir, a sufrir y a morir, pronto serás feliz y encontrarás la paz.

Abril 28

           10. Como siervo bueno y fiel de Cristo, prepárate para llevar con valor la cruz de tu Señor, que se ha hecho crucificar por tu amor. Prepárate para sufrir muchas adversidades y múltiples incomodidades en esta miserable vida porque así Jesús estará contigo dondequiera tú estés, y en cualquier lugar a donde te refugies, allí lo encontrarás con toda seguridad.
       Así conviene que sea y no hay otro remedio para evitar la tribulación y el dolor que llevarlos con paciencia. Bebe amorosamente el cáliz del Señor si quieres ser su amigo y tener parte con él.

Abril 27

       Esto no es virtud humana. Es la gracia de Cristo que tanto puede y tanto hacen en la carne débil que determina que ame y acepte con fervor de espíritu lo que naturalmente aborrece y rehúye.
       Es contrario a la naturaleza humana llevar la cruz y amarla, castigar el cuerpo reduciéndolo a esclavitud, huir los honores, soportar gustosamente las injurias, despreciarse a sí mismo y desear ser menospreciado, sufrir las adversidades y las pérdidas y no desear en este mundo ninguna prosperidad.

domingo, 27 de abril de 2014

Abril 26

           7. Toda la vida de Cristo fue cruz y martirio, ¿y tú quieres descansar y gozar?
       Te engañas, sí; te engañas si buscas otra cosa que no sea el sufrir las tribulaciones, porque esta vida mortal está enteramente llena de miserias y rodeada de cruces. Y cuanto más uno se eleve en el espíritu tanto más pesadas cruces encontrará, porque, con el amor, más aumenta el tormento del destierro.

viernes, 25 de abril de 2014

Abril 25

       5. Si de buena gana llevas la cruz, ella te llevará a ti y te guiará al puerto deseado donde será el fin de todo padecimiento que aquí nunca termina. Si la llevas contra tu voluntad, te echas encima una nueva carga, la haces más pesada y, de todos modos, tendrás que cargar con ella. Al rechazar una cruz sin duda encontrarás otra y, tal vez más pesada.

jueves, 24 de abril de 2014

Abril 24

       Nadie experimenta tanto en su corazón la pasión de Cristo como aquel que sufre cosas semejantes.
       La cruz está siempre preparada y te espera en cualquier lugar. Vayas a donde quieras, no podrás huir de ella porque, contigo, te llevas a ti mismo y siempre a ti mismo encontrarás.
       Sube, baja; entra, sal; en todas partes hallarás la cruz. Y es necesario que en todo lugar tengas paciencia si deseas disfrutar de tranquilidad interior y merecer la corona eterna.

miércoles, 23 de abril de 2014

Abril 23

         3. Ten presente que todo depende de la cruz y del modo con que se muera con ella. No hay otro camino para la vida y para la verdadera paz interior que la senda de la santa cruz y de la mortificación diaria.
       Vé donde quieras, busca lo que quisieres y no hallarás camino más elevado arriba ni más seguro abajo que el camino de la santa cruz. Prepara y ordena todas las cosas según tu deseo y modo de ver y, quiéraslo o no, no encontrarás otra cosa que padecimiento; de modo que siempre hallarás la cruz. Porque o sentirás dolor en el cuerpo o padecerás angustia íntima en el espíritu.

Abril 22

       1. Duras parecen a muchos estas palabras: Niégate a ti mismo, toma tu cruz y sigue a Jesús (cfr. Mt. 16, 24). Pero mucho más duro será oir la suprema sentencia: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno (Mt. 25, 41).
       Los que ahora oyen y sigyen con alegría la predicación de la cruz no temerán entonces oir la sentencia de eterna condenación.
       La señal de la cruz se verá en el cielo cuando el Señor venga a juzgarnos. Entonces todos los siervos de la cruz que conformaron su vida con la del Crucificado se acercarán con confianza a Cristo juez.

lunes, 21 de abril de 2014

Abril 21

        ¿Dónde hallaremos alguno que quiera servir a Dios desinteresadamente?
     4. Rara vez encontraremos alguna persona tan espiritual que esté desprendida de todas las cosas. ¿Quién podrá encontrar al verdadero pobre de espíritu y desapegado de toda criatura? Es un tesoro que debe ser estimado más que todas las preciosidades traídas de lejanas tierras (Prov. 31, 10).

domingo, 20 de abril de 2014

Abril 20

           2. Los que aman a Jesús por el mismo Jesús y no por algún consuelo que de él reciben, lo bendicen tanto en la adversidad y en la angustia del corazón como en las más elevadas de las alegrías. Y aunque él nunca les quiera otorgar consuelo, siempre lo alaban y le dan gracias.

sábado, 19 de abril de 2014

Abril 19

CAPÍTULO 11

POCOS AMAN LA CRUZ DE CRISTO

       1. Jesús tiene ahora muchos enamorados de su reino celestial pero muy pocos que quieran llevar su cruz. Tiene muchos que desean los consuelos y pocos la tribulación. Muchos que aspiran comer en su mesa y pocos que anhelan imitarlo en su abstinencia. Todos apetecen gozar con él, pero  pocos sufrir algo por él.

jueves, 17 de abril de 2014

Abril 18

       Los más grandes santos ante Dios se consideraron como los más pequeños y ahora son tanto más gloriosos cuanto más humildes fueron. Llenos de verdad y de gloria celestial no buscaron la gloria que pasa.

Abril 17

         3. No quiero consuelo que me quite la contrición, ni contemplación que me llene de soberbia, ya que no todo lo sublime es santo, ni todo lo dulce es bueno, ni cualquier deseo es puro, ni todo lo que amamos es agradable a Dios.

Abril 16

CAPÍTULO 10

 AGRADECER LA GRACIA DE DIOS

       1. ¿Por qué buscas el descanso si has nacido para el trabajo? Prepárate más para padecer que para ser consolado y para llevar la cruz más que para tener alegría.
       ¿Qué hombre en el mundo no recibiría de buena gana el consuelo y el gozo espirituales si siempre los pudiera conservar? Las alegrías espirituales superan a todos los placeres del mundo y a los deleites carnales.

lunes, 14 de abril de 2014

Abril 15

       7. Nunca he encontrado una persona tan religiosa y devota que no haya experimentado de vez en cuando el ocultamiento de la gracia o un enfriamiento en su fervor. Ni hubo santo tan elevado e iluminado que, antes o después, no haya sentido la tentación.

domingo, 13 de abril de 2014

Abril 14

       6. ¿En qué puedo esperar, pues? O, ¿en quién debo confiar, sino sólo en la gran misericordia de Dios y en la enseñanza de la gracia celestial?
       Aunque esté cercado por hombres buenos, devotos hermanos y amigos fieles; aunque lea libros edificantes y tratados útiles, o escuche cantos e himnos suaves, todo me aprovechará poco y todo tendrá poco sabor si me ha abandonado la gracia y he sido entregado a mi propia miseria.
       Por eso el mejor remedio es la paciencia y la resignación a la voluntad divina.

Abril 13

       5. Por eso decía uno de los profetas al sentir la presencia de la gracia: Yo dije en mi abundancia: no seré removido jamás (Sal. 29, 7). Pero, al ausentarse la gracia, añade lo que experimentó diciendo: Me escondiste tu rostro y caí en la turbación (Sal. 29,8). Pero no desespera y con mayor insistencia pide a Dios y le dice: Clamaré a ti, Señor; elevaré mis plegarias a Dios (Sal. 29,9).
       Y al fin alcanza el fruto de su oración y confiesa haber sido oído, y exclama: El Señor me ha oído, y tuvo misericordia de mí; el Señor es mi defensor (Sal. 29, 11). ¿En qué consistió la ayuda? Expresa: Cambiaste mi llanto en gozo y me llenaste de alegría (Sal. 29, 12).

Abril 12

          4. Cuando Dios te dé alguna satisfacción espiritual, recíbela con gratitud y comprende que es un regalo de Dios y no un merecimiento tuyo. No te enorgullezcas ni te alegres demasiado, ni presumas vanamente; por el contrario, humíllate por el don recibido y sé más prudente y temeroso en todas tus obras porque aquel momento pasará y la tentación retornará.

jueves, 10 de abril de 2014

Abril 11

       2. Gustosos buscamos algo que nos consuele y con dificultad el hombre se despoja de sí mismo. El mártir san Lorenzo se desprendió del mundo y hasta de su obispo, porque despreció todo lo que en el mundo parece delicioso y, por amor a Cristo, dócilmente consintió en ser separado de Sixto, sumo sacerdote, a quien mucho amaba. De modo que con el amor del Creador venció el amor del hombre y prefirió el beneplácito divino a un consuelo humano.
       Tú también aprende a dejar algún amigo íntimo y querido, por amor de Dios, y no te duela mucho si alguna amistad te abandona, sabiendo que, al fin, es necesario que nos separemos todos unos de los otros.

Abril 10

       1. No es difícil despreciar el consuelo humano cuando se tiene el divino. Pero sí es gran cosa, y muy grande, vivir privado de cualquier alegría, divina y humana; soportar, de buen ánimo y por la gloria de Dios, el destierro a que se ve reducido a veces el corazón, sin buscarse en nada a sí mismo y sin mirar a los propios méritos.
       ¿Qué hay de extraordinario en estar contento y ser devoto cuando te visita la gracia? Todos desean este momento. Muy ligero galopa aquel a quien lleva la gracia de Dios. ¿Y qué hay de extraño si no le pesa la carga al que es transportado por el Todopoderoso y dirigido por el Sumo Conductor?

miércoles, 9 de abril de 2014

Abril 9

         Por él y en él debes amar a los amigos y a los enemigos, y rogar por todos para que todos lo conozcan y lo  amen.
      Nunca codicies ser particularmente alabado y ensalzado, porque eso sólo le pertenece a Dios, que no tiene semejante. Tampoco quieras ocupar el corazón de alguien o que alguno ocupe el tuyo. Que únicamente Jesús esté en ti y en todo hombre bueno.
       5. Sé interiormente puro y libre, sin apego a ninguna criatura. Si quieres descansar y ver qué bueno es el Señor (Sal. 33,9), es necesario acercarse a Dios con un corazón puro y libre.

martes, 8 de abril de 2014

Abril 8

         3. Saber conversar con Jesús es un arte grande y saber poseerlo una gran sabiduría. Sé humilde y pacífico y Jesús estará contigo; se devoto y tranquilo y Jesús permanecerá contigo.
       Si te inclinas hacia las cosas exteriores, puedes alejar pronto de ti a Jesús, y si le destierras de ti y lo pierdes, ¿a quién irías? ¿A quién buscarás como amigo?

lunes, 7 de abril de 2014

Abril 7

         2. ¿Qué te puede dar el mundo sin Jesús? Vivir sin Jesús es un duro infierno y estar con Jesús es un dulce paraíso. Si Jesús está en ti ningún enemigo te podrá dañar.
       El que halla a Jesús encuentra un rico tesoro, el más precioso de todos, y el que pierde a Jesús pierde algo más excelente que todo el mundo. Muy pobre es el que vive sin Jesús y riquísimo el que está con él.
     

domingo, 6 de abril de 2014

Abril 6

CAPÍTULO 8

AMISTAD ÍNTIMA CON JESÚS

       1. Cuando Jesús está presente, todo marcha bien y nada parece difícil; pero cuando Jesús no está, todo se vuelve duro. Cuando Jesús no habla  en nuestro corazón, ningún consuelo nos satisface; pero, si Jesús dice una sola palabra, se experimenta una gran consolación.
       ¿No se levantó inmediatamente María Magdalena del lugar en que estaba llorando cuando Marta le dijo: El Maestro está aquí y te llama? (Jn. 11, 28).

sábado, 5 de abril de 2014

Abril 5

         Dalo casi todo por perdido lo que, con exclusión de Jesús, hayas depositado en los hombres. No confíes ni te apoyes en una caña vacía, pues toda carne es como heno y toda su gloria caerá como flor de heno (1 Pe. 1, 24).
       3. Si tan sólo miras la apariencia exterior de los hombres, pronto te engañarás. Porque si en los demás tú únicamente buscas descanso y provecho, muchas veces serás desilusionado.

viernes, 4 de abril de 2014

Abril 4

CAPÍTULO 7

AMAR A JESÚS SOBRE TODAS LAS COSAS

       1. Bienaventurado el que entiende lo que es amar a Jesús y, por amor a Jesús, despreciarse a sí mismo. Es necesario dejar lo amado por el Amado, porque Jesús quiere ser amado él solo sobre todas las cosas.
       El amor de la criatura es mentiroso e inconstante, el amor de Jesús es fiel y perseverante. El que se apega a la criatura caerá juntamente con la debilidad de la criatura, pero el que abraza a Jesús se afirmará en El para siempre.

jueves, 3 de abril de 2014

Abril 3

       Si examinas lo que es tu interior no te importará lo que dirá de ti el prójimo. El hombre juzga según las apariencias, pero Dios mira el corazón (1 Sam. 16, 7). Los mortales consideran los actos y Dios penetra las intenciones.
       Obrar siempre bien, y pensar humildemente de sí, es señal de un alma modesta. No buscar consuelo en las criaturas es indicio de gran pureza y de confianza interior.

miércoles, 2 de abril de 2014

Abril 2

         La gloria de los buenos está en sus conciencias y no en la boca de los hombres. La alegría de los justos está en Dios y de Dios proviene, y su gozo se fundamenta en la verdad.
      El que busca la gloria verdadera y eterna, no se preocupa de la temporal y el que desea la celebridad pasajera, o no la desprecia de corazón manifiesta que ama poco a la celestial. El que no se preocupa de las alabanzas ni de las críticas, goza de gran tranquilidad de corazón.

martes, 1 de abril de 2014

Abril 1

CAPÍTULO 6

ALEGRÍA DE LA BUENA CONCIENCIA

       1. La gloria del hombre virtuoso reside en el testimonio de la buena conciencia. Ten buena conciencia y tendrás alegría continua.
       La recta conciencia sobrelleva muchas cosas y está muy alegre en las adversidades.
       La mala conciencia siempre se siente temerosa e inquieta.
       Si tu corazón no te reprende, descansarás agradablemente. No te regocijes sino cuando hayas obrado bien.