jueves, 26 de junio de 2014

Junio 26

       3. Verdadero paciente no es aquel que quiere sufrir sólo lo que él quiere y de las personas que quiere. El verdadero paciente no mira quien le ofende, si es su superior u otra persona igual o inferior; si es hombre bueno o santo, indigno o perverso. Sino que recibe con indiferencia e igualdad de ánimo de cualquier persona, y todas las veces que se le presenta, todo tipo de contrariedad como si proviniera de la mano de Dios y todo lo acepta con gratitud y como una ocasión para aumentar sus méritos.
       Nada de lo que se ha sufrido por Dios, por pequeño que haya sido, quedará sin mérito ante su divino acatamiento.

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