viernes, 7 de noviembre de 2014

Noviembre 7

         10. ¡Oh, Dios invisible creador del mundo, qué admirable es lo que haces con nosotros! ¡Cuán suave y misericordioso es lo que concedes a tus elegidos, a los cuales te entregas a ti mismo como alimento en el sacramento! Sacramento que trasciende toda inteligencia y que atrae, de modo particular, los corazones de los devotos e inflama su amor.
      Porque los que verdaderamente te siguen con fidelidad, y enderezan toda su vida hacia la perfección espiritual, frecuentemente reciben de este excelso sacramento una mayor gracia de espíritu de piedad y un mayor amor hacia la virtud.

      11. Gracia admirable y escondida la de este sacramento, que sólo conocen los fieles servidores de Cristo y que no pueden experimentar los que no tienen fe y los esclavos del pecado.
        En este sacramento se infunde la gracia espiritual, el alma recobra la virtud perdida y retorna la inocencia que había sido desfigurada por el pecado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario