12. La naturaleza se deleita con los placeres externos que satisfacen los propios sentidos. Al contrario de la gracia, que busca consuelo únicamente en Dios y, por encima de todos los bienes de este mundo, mira la posesión del sumo bien.
13. La naturaleza todo lo hace por su propia utilidad y comodidad. No puede realizar nada gratuitamente. Por cada favor espera conseguir otro igual o mayor, o recibir alabanzas y consentimientos, ya que ansía que sus acciones y sus dádivas sean conocidas y ponderadas por todos. La gracia no es así. No aspira a ninguna cosa material y no pide, como recompensa, otro premio que Dios solo. De las cosas necesarias para esta vida no quiere poseer más que aquellas que le son útiles para conseguir las eternas.
13. La naturaleza todo lo hace por su propia utilidad y comodidad. No puede realizar nada gratuitamente. Por cada favor espera conseguir otro igual o mayor, o recibir alabanzas y consentimientos, ya que ansía que sus acciones y sus dádivas sean conocidas y ponderadas por todos. La gracia no es así. No aspira a ninguna cosa material y no pide, como recompensa, otro premio que Dios solo. De las cosas necesarias para esta vida no quiere poseer más que aquellas que le son útiles para conseguir las eternas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario