domingo, 5 de octubre de 2014

Octubre 5

         4. La naturaleza se preocupa de su comodidad y calcula qué ventaja les puede sacar a los demás. La gracia, en vez, considera atentamente lo que aprovecha a muchos y no lo que es útil o conveniente a ella.
      5. La naturaleza recibe gustosa los honores y las reverencias mientras que la gracia, con toda fidelidad, atribuye a Dios todo honor y toda gloria.
      6. La naturaleza teme la confusión y el desprecio y la gracia se alegra de sufrir ultrajes por el nombre de Jesús (He. 5, 41).

      7. La naturaleza prefiere el ocio y el descanso corporal, la gracia, en vez, no puede estar inactiva y con agrado se entrega al trabajo.
      8. La naturaleza busca poseer cosas raras y bellas y detesta las viles y groseras. La gracia, por su parte, se complace de lo que es simple y modesto, no desprecia las cosas ordinarias y se viste sin repugnancia de ropas viejas.
       

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