No hay nada que pueda distraer o rebajar a los santos, porque, llenos de la eterna verdad, arden en el fuego de un amor inextinguible. Callen, por lo tanto, los hombres carnales y sensuales, que sólo saben apreciar el placer personal, y dejen de discutir del estado de los santos. Ellos quitan y agregan a los bienaventurados según les sugiere el propio capricho, no como lo dispone la eterna verdad.
6. En muchos hay ignorancia, especialmente en aquellos que poseen poca luz interior y raramente saben amar a alguien con puro afecto espiritual. Una inclinación natural, una amistad humana les inclina más a unos que a otros y conciben su actitud hacia los santos del cielo de la misma manera que la profesan hacia los hombres de la tierra.
Sin embargo hay una diferencia incomparable entre lo que piensan los hombres alejados de la perfección y los conocimientos que por revelación celestial pueden alcanzar los iluminados.
6. En muchos hay ignorancia, especialmente en aquellos que poseen poca luz interior y raramente saben amar a alguien con puro afecto espiritual. Una inclinación natural, una amistad humana les inclina más a unos que a otros y conciben su actitud hacia los santos del cielo de la misma manera que la profesan hacia los hombres de la tierra.
Sin embargo hay una diferencia incomparable entre lo que piensan los hombres alejados de la perfección y los conocimientos que por revelación celestial pueden alcanzar los iluminados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario