domingo, 13 de abril de 2014

Abril 14

       6. ¿En qué puedo esperar, pues? O, ¿en quién debo confiar, sino sólo en la gran misericordia de Dios y en la enseñanza de la gracia celestial?
       Aunque esté cercado por hombres buenos, devotos hermanos y amigos fieles; aunque lea libros edificantes y tratados útiles, o escuche cantos e himnos suaves, todo me aprovechará poco y todo tendrá poco sabor si me ha abandonado la gracia y he sido entregado a mi propia miseria.
       Por eso el mejor remedio es la paciencia y la resignación a la voluntad divina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario