jueves, 29 de mayo de 2014

Mayo 29

       2. Esto es lo que hace tu amor gratuitamente, anticipándose y socorriéndome en tantas necesidades, guardándome de graves peligros y liberándome de males verdaderamente innumerables.
Yo me perdí amándome desordenadamente, pero cuando te busqué sólo a ti, y te amé, me hallé a mí y te encontré a ti y por tu amor me anonadé aún más profundamente. Porque tú, dulcísimo Señor, me otorgas mucho más de lo que merezco y más de lo que me atrevo a esperar y pedir.
     3. Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aun a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, porque tú eres nuestro sostén, nuestra fortaleza y nuestra salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario