lunes, 26 de mayo de 2014

Mayo 26

        No obra prudentemente el que se entrega totalmente a la alegría, olvidando su primitiva miseria y la pureza del temor de Dios que le debe ayudar a conservar la gracia recibida.
       Tampoco entiende mucho de virtud el que en el tiempo de adversidad y de cualquier molestia se desanima excesivamente y no piensa ni espera en mí con la debida confianza.
       4. El que se considera por muy seguro en tiempos de paz, con frecuencia se encontrará abatido y temeroso en el día de la lucha.
       Si supieras permanecer siempre humilde y pequeño y controlar y gobernar bien tu espíritu, no caerías tan pronto en el peligro y en el pecado.

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