CAPÍTULO 38
BUEN GOBIERNO EN LAS COSAS EXTERNAS
Y RECURSO A DIOS EN LOS PELIGROS
1. Hijo, debes cuidadosamente obrar de manera que puedas, en cualquier lugar y en toda acción u ocupación externa, estar interiormente libre y dueño de tus actos para que todas las cosas estén sometidas a tu mando y no tú a ellas, y así puedas dominar y gobernar tus acciones y no ser como un siervo o un mercenario sino como un hebreo fiel que pasa de la servidumbre a la condición de heredero y a la libertad de los hijos de Dios.
Los hijos de Dios están por encima de las cosas presentes porque piensan en las eternas. Con el ojo izquierdo miran lo transitorio y con el derecho lo eterno. No se dejan seducir por las cosas pasajeras, antes bien las usan y se sirven de ellas en forma que dispuso el supremo artífice que, en todo lo creado, nada ha dejado sin orden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario