5. Qué lindo es y cuánta paz produce guardar silencio acerca de los demás, no creer todo indistintamente y no contarlo con ligereza a los otros en la primera oportunidad; abrir el propio corazón a pocos; buscarte siempre a ti que conoces el interior de las almas; no dejarse arrastrar por cualquier viento de palabras, sino desear que todo, dentro y fuera de ti, se cumpla según tu voluntad.
Para guardar la gracia celestial muy seguro es huir las apariencias humanas, no ambicionar lo que externamente causa admiración y seguir con todo cuidado lo que asegura la enmienda de la vida y el aumento del fervor.
¡Qué lamentables consecuencias ha tenido para muchos una virtud por todos conocida y muy pronto ensalzada!
Por el contrario, de cuánta utilidad fue una gracia conservada en el silencio durante esta frágil vida de la cual, con razón, se afirma que es toda tentación y lucha.
Para guardar la gracia celestial muy seguro es huir las apariencias humanas, no ambicionar lo que externamente causa admiración y seguir con todo cuidado lo que asegura la enmienda de la vida y el aumento del fervor.
¡Qué lamentables consecuencias ha tenido para muchos una virtud por todos conocida y muy pronto ensalzada!
Por el contrario, de cuánta utilidad fue una gracia conservada en el silencio durante esta frágil vida de la cual, con razón, se afirma que es toda tentación y lucha.
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