viernes, 19 de septiembre de 2014

Septiembre 17

       En estas cosas, y en otras semejantes, el Señor prueba la fidelidad de su siervo para ver si sabe abnegarse y vencerse en todo a sí mismo.
       Tal vez no haya nada tan importante como la necesidad de morir a ti mismo cuando ves y consideras que las cosas repugnan a tu voluntad y principalmente cuando juzgas poco razonable y de insignificante utilidad lo que te viene mandado.
       Y como no te atreves oponerte a las disposiciones de la autoridad bajo cuya obediencia estás sometido, te parece duro caminar según las directivas determinadas por otros y renunciar a tu propio parecer.
       6. Pero, hijo, reflexiona en la pronta terminación de estos trabajos, en el fruto que ellos producen y en la enorme recompensa y no experimentarás aflicción sino una gran alegría por tu paciencia.

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