martes, 4 de marzo de 2014

Marzo 4

          Ahora es el tiempo muy valioso; ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de la salvación (2 Cor. 6, 2). Pero...¡Qué lástima! ¿Por qué no lo aprovechas mejor acumulando méritos para vivir eternamente? Llegará el momento en el cual pedirás siquiera un día o una hora para enmendarte y no sé si te será concedido.

          6. ¡Oh amigo queridísimo! ¡De qué gran peligro te podrías librar y de cuán grave riesgo sustraerte si ahora anduvieras siempre con miedo a la muerte y preparado para recibirla! Trata ahora de vivir en modo tal que en la hora de la defunción puedas más alegrarte que temer. Aprende ahora a morir al mundo para que entonces comiences a vivir con Cristo. Entrénate ahora a despreciarlo todo para que entonces puedas ir libremente hacia Jesús. Mortifica ahora tu cuerpo con la penitencia para tener más tarde confianza segura.

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