CAPÍTULO
23
CUATRO COSAS QUE
PRODUCEN MUCHA PAZ
1. Hijo, ahora te indicaré el camino que lleva a la paz
y a la verdadera libertad.
2. Haz, Señor, lo que dices y tendré sumo placer en
oírte.
3. Esfuérzate, hijo, en cumplir antes la voluntad de
otros que la tuya. Elige siempre tener menos que más. Busca siempre el lugar
más bajo y está sometido a todos. Procura siempre y pide que se cumpla
íntegramente en ti la voluntad de Dios. Un hombre que haga eso ya ha entrado en
el reino de la paz y la tranquilidad.
4. Señor, estas pocas palabras
tuyas contienen una doctrina de mucha perfección. Son breves en decirse pero
ricas en significado y frutos
abundantes. Si yo las pudiera guardar fielmente, la turbación no entraría en mí
tan fácilmente. Porque todas las veces que me siento inquieto y apesadumbrado,
reconozco que fue por haberme apartado de esta doctrina. Pero tú, que todo lo
puedes y siempre deseas el progreso del alma, otórgame gracias más abundantes
para que pueda cumplir tu enseñanza y hacer lo que conviene para mi salvación.
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