jueves, 10 de julio de 2014

Julio 10

CAPÍTULO 23

CUATRO COSAS QUE
PRODUCEN MUCHA PAZ

1. Hijo, ahora te indicaré el camino que lleva a la paz y a la verdadera libertad.
2. Haz, Señor, lo que dices y tendré sumo placer en oírte.
3. Esfuérzate, hijo, en cumplir antes la voluntad de otros que la tuya. Elige siempre tener menos que más. Busca siempre el lugar más bajo y está sometido a todos. Procura siempre y pide que se cumpla íntegramente en ti la voluntad de Dios. Un hombre que haga eso ya ha entrado en el reino de la paz y la tranquilidad.
       4. Señor, estas pocas palabras tuyas contienen una doctrina de mucha perfección. Son breves en decirse pero ricas en significado y frutos abundantes. Si yo las pudiera guardar fielmente, la turbación no entraría en mí tan fácilmente. Porque todas las veces que me siento inquieto y apesadumbrado, reconozco que fue por haberme apartado de esta doctrina. Pero tú, que todo lo puedes y siempre deseas el progreso del alma, otórgame gracias más abundantes para que pueda cumplir tu enseñanza y hacer lo que conviene para mi salvación.

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