jueves, 24 de julio de 2014

Julio 21

CAPÍTULO 28

CONTRA LAS MALAS LENGUAS

        1. Hijo, no te ofendas si algunos piensan mal de ti y dicen cosas que no te gusta oír. Tú debes pensar peores cosas de ti mismo y considerarte el más frágil de todos.
        Si andas por el camino del espíritu no te importarán las palabras que el viento se lleva. No es pequeña la prudencia que sabe callar en la adversidad y que se dirige interiormente a mí sin turbarse por los juicios de los demás.

        2. No dependa tu paz de la boca de los hombres. No serás distinto de lo que eres porque ellos interpreten bien o mal tus acciones. La verdadera paz y la verdadera gloria están únicamente en mí.
        Gozará de auténtica serenidad aquel que no se preocupa de agradar a las personas ni padece si les desagrada. Todas las inquietudes del corazón y todas las desviaciones de los sentimientos nacen del amor desordenado y del temor sin fundamento.

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