domingo, 27 de julio de 2014

Julio 27

         4. No te consideres totalmente abandonado si te he enviado alguna vez tribulación o privado de un consuelo deseado, porque de esta forma se camina hacia el reino de los cielos.
      Sin duda es más útil a ti y a los demás servidores míos ser ejercitados en las contrariedades que tenerlo todo según el propio gusto.
      Yo penetro los pensamientos ocultos y sé que es muy conveniente para tu salvación que, de tiempo en tiempo, te deje privado de consuelos para que no te ensoberbezcas en los acontecimientos prósperos y quieras complacerte en algo que no eres. Lo que te di, te lo puedo quitar y restituir cuando yo quiera.
      5. Lo que te doy, cuando te lo doy, es mío. Cuando te lo quito, nada quito de lo tuyo, ya que mío es todo don excelente que viene de lo alto, mía es toda donación perfecta (Sant. 1, 17).

No hay comentarios:

Publicar un comentario