miércoles, 2 de julio de 2014

Julio 2

       2. Porque tú, Señor y Dios mío, eres perfectísimo, tú sólo Altísimo, tú solo potentísimo, tú solo sufientísimo y completísimo, tú solo hermosísimo y amorosísimo. Tú solo eres bellísimo y amantísimo, tú solo nobilísimo y gloriosísimo sobre todas las cosas; en ti se encuentran, sea han encontrado y siempre se encontrarán, total y perfectamente, todos los bienes.
    Por eso considero poco e insuficiente cualquier cosa que me puedes dar o prometer fuera de ti, o me puedes revelar de ti mismo, si no te veo y poseo plenamente. Porque mi corazón no puede descansar ni totalmente darse por satisfecho si no reposa en ti, elevándose por encima de todos los dones y de todo lo creado.

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