ARDIENTE AMOR Y
VEHEMENTE DESEO DE
RECIBIR A CRISTO
Palabra del discípulo
1. Señor, deseo recibirte con la más viva devoción y con el más inflamado amor, del mismo modo que desearon recibirte en la sagrada comunión muchos santos y personas devotas que te agradaron mucho por la santidad de su vida y por su ardiente piedad.
¡Oh Dios mío, amor eterno, todo mi bien, felicidad interminable! Anhelo recibirte con un deseo tan intenso y una veneración tan profunda como jamás tuvo ni pudo experimentar ningún santo.
2. Y aunque yo sea indigno de sentir todos esos sentimientos devotos, te ofrezco, sin embargo, todo el afecto de mi corazón como si yo sólo tuviera todos esos inflamados deseos que a ti te son agradables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario