martes, 9 de diciembre de 2014

Diciembre 9

CAPÍTULO 11

EL CUERPO DE CRISTO 
Y LAS SAGRADAS ESCRITURAS
SON MUY NECESARIAS AL ALMA DEVOTA

Palabra del discípulo

          1. Bondadosísimo Señor Jesús, cuán grande es la dulzura que experimenta el alma devota que se acerca con fervor a tu banquete, donde no se presenta otro manjar más que a ti, su único amado, a quien desea por encima de cualquier cosa que pueda apetecer su corazón.

       Sería sin duda muy grato para mí derramar en tu presencia abundantes lágrimas de amor y con ellas regar tus pies como la arrepentida Magdalena.
          Pero, ¿dónde está tanta devoción? ¿Dónde está esa generosa profusión de lágrimas santas? Y, sin embargo, en tu presencia y en la de tus santos ángeles, todo mi corazón debería arder y llorar de alegría.

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