martes, 30 de diciembre de 2014

Diciembre 30

CAPITULO 18


EL HOMBRE NO DEBE INVESTIGAR 
EL SACRAMENTO CON FINES DE CURIOSIDAD 
SINO HACERSE HUMILDE IMITADOR DE CRISTO 
Y SOMETER LOS SENTIDOS A LA FE

Palabra del amado

          1. Si no quieres verte sumergido en un abismo de dudas, guárdate de indagar con una inútil curiosidad este profundísimo sacramento.
           El que se mete a escudriñar la Majestad será oprimido por su gloria (Prov. 25, 27). Dios puede hacer más de lo que el hombre puede comprender.
        Se puede tolerar una piadosa y humilde investigación de la verdad, siempre dispuesta a ser iluminada y a seguir las enseñanzas según las sanas opiniones de los Padres de la Iglesia.
        2. Bienaventurada la sencillez que abandona las escabrosas sendas de las cuestiones difíciles y camina por el llano y seguro camino de los mandamientos de Dios. Fueron muchos los que, por investigar honduras, han perdido el espíritu de piedad.
        A ti se te pide fe y vida sencilla y no inteligencia elevada y conocimiento profundo de los misterios de Dios. Si no entiendes ni comprendes las cosas que están por debajo de ti, ¿cómo entenderás las que están arriba?
        Sométete a Dios y adecúa tus facultades a la fe y te será otorgada la luz de la ciencia según te sea útil y necesaria.
        3. Algunos son tentados fuertemente con respecto a la fe en este sacramento, pero, no hay que darles la culpa a ellos, sino al enemigo. No te detengas en estos pensamientos, no te pongas a discutir con ellos ni contestes a las dudas que el diablo te pueda insinuar, sino cree en las palabras de Dios, confía en sus santos y profetas (cfr. 2 Crón. 20, 20) y el maligno enemigo huirá de ti.

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