viernes, 5 de diciembre de 2014

Diciembre 5

LA SAGRADA COMUNIÓN 
NO SE DEBE DEJAR FÁCILMENTE

Palabra del amado

           1. Debes recurrir  con frecuencia a la fuente de la gracia y de la misericordia divina, al manatial de toda bondad y de toda pureza, para que puedas sanar de tus pasiones y vicios y ser más fuerte y más vigilante contra las tentaciones y los embustes del demonio.
         El enemigo, conociendo el gran fruto y el gran remedio  que se puede obtener de la sagrada comunión, se esfuerza de mil maneras y en todo momento pone obstáculos para apartar y alejar lo más que pueda a las almas fieles y devotas de recibirla.

         2. En efecto, cuando algunos tratan de prepararse para la sagrada comunión, son asaltados más que en cualquier otra circunstancia por los ataques de Satanás. El espíritu del mal -como se dice en el libro de Job (1, 6; 2.1)-, se mezcla entre los hijos de Dios con el fin de perturbarlos con su acostumbrada perfidia o llenarlos de excesiva timidez y angustia, para entibiar de este modo su fervor o debilitar su fe con el vigor de sus embestidas, para ver si acaso abandonan del todo la comunión o si se acercan a ella con tibieza.
         Pero no hay por qué preocuparse de sus astucias ni aflijirse al sentir sus tentaciones, por más torpes y horribles que sean, al contrario hay que tomarlas y devolverlas tirándoselas todas a su cabeza. Conviene reírse y menospreciar a este espíritu miserable y no dejar nunca la sagrada comunión por grandes que sean sus tentaciones y sus perturbaciones.

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