8. En las tentaciones y adversidades
se demuestra cuánto ha progresado el hombre, ya que en ellas hay un mérito
mayor y se manifiesta más claramente la virtud. No es difícil ser piadoso y
fervoroso cuando las dificultades no se oponen, pero si se sabe aguantar con
paciencia la contrariedad, se puede esperar un gran adelanto espiritual.
Algunos
no se rinden en las grandes tentaciones y son a menudo vencidos en las menores
y en las comunes, para que, humillados, desconfíen de sí mismos en las grandes,
puesto que fueron tan débiles en las ordinarias.
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