miércoles, 5 de febrero de 2014

Enero 20


CAPÍTULO 10


ABSTENERSE DE LAS CONVERSACIONES INÚTILES

1. En lo posible, no te metas en el bullicio de los hombres, porque la práctica de los asuntos mundanos, aunque se haga con pureza de intención, ocasiona mucho mal y muy pronto la vanidad nos arrastra y nos esclaviza. ¡Cuántas veces hubiera preferido callar y no haber estado entre la gente!
Entonces, ¿por qué nos gusta comentar y discursear tanto con el prójimo aunque constatemos que muchísimas veces, cuando volvemos al silencio, hemos causado algún daño a nuestra conciencia? Nos comportamos así porque, con nuestras habladurías, buscamos consolarnos recíprocamente y aliviar nuestro ánimo agobiado por muchas tribulaciones. Y, además, porque mucho nos deleita conversar y contar lo que más preferimos o deseamos alcanzar y lo que más nos hace sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario