jueves, 13 de febrero de 2014

Febrero 13

2. El adelanto espiritual va parejo con nuestro propósito y el que quiera progresar necesita mucha actividad. Si el que hace firmes propósitos falla muchas veces, ¿qué será de aquel que sólo raramente formula algún proyecto y sin mucha decisión?

Sucede que por diversos motivos abandonemos nuestras resoluciones, pero, acordémonos que también la simple omisión de un solo ejercicio de piedad produce un perjuicio. El propósito de los justos, más que de la propia prudencia, depende de la gracia de Dios, en el cual ponen toda su confianza y al cual confían toda empresa. El hombre propone, pero Dios dispone,  ya que no está en manos del hombre determinar el propio futuro.


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