miércoles, 5 de febrero de 2014

Febrero 2



Muchos, en todo lo que llevan a cabo, sin darse cuenta, buscan su propia comodidad y parecen gozar de total tranquilidad cuando las cosas marchan o se cumplen conforme a su voluntad y deseo, pero si se hacen de otra manera pronto se alteran y se entristecen.
Por diversidad de convicciones y pareceres brotan frecuentemente discordias entre amigos y conciudadanos, entre religiosos y personas piadosas.

          3. Es muy difícil abandonar las opiniones arraigadas y nadie se deja dócilmente arrastrar lejos de sus ideas. Por eso, si te apoyas más en tus aptitudes y en tu habilidad que en la fortaleza de Jesucristo, rara y tardíamente serás un hombre iluminado, porque Dios quiere que nos sometamos a él perfectamente y que, inflamados por su amor, estemos por encima de cualquier especulación.

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