Son meditaciones escritas por Tomás de Kempis a lo largo de varios años, en los que el autor buscó vivir la santidad en forma cotidiana y la perfección de sí mismo, cosa por la cual fue incomprendido incluso por sus amistades.
La lectura y meditación de este libro ha servido como
impulso de cambio y de conversión a muchos hombres y mujeres a lo largo de la
historia, incluso a grandes santos.
Es útil en la medida que su lectura se realice en forma pausada, meditada, porque sus consejos, si bien son sencillos, se pueden llegar a aplicar en la medida que son tomados seriamente para poder hacerlos carne en uno mismo. Por lo tanto cada post traerá una reflexión diaria.
Sé paciente con su lectura y no lo leas de un modo superficial.
Toda oración y lectura espiritual debe ser realizada con sencillez de corazón bajo la inspiración del Espíritu Santo, a quién se ha de invocar a diario para que nos ilumine.
La humildad de corazón es la llave que abre las puertas a la verdadera sabiduría. Que esta lectura la hagas no con el fin de saciar la curiosidad, sino para que tu interior vaya transformándose, santificándose. Esto lo has de lograr siempre y cuando tu voluntad vaya configurándose a la voluntad de Cristo, a quien buscamos imitar, quien no siguió los dictámenes del mundo sino que en todo buscó realizar la voluntad de su Padre.
En el post siguiente encontrarás la Introducción, que te ayudará a comprender con más profundidad el alcance de esta obra y la finalidad con la que fue escrita por su autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario