miércoles, 26 de febrero de 2014

Febrero 27

          En cambio, los santos de Dios y todos los buenos amigos de Cristo no perseguían lo que satisfacía la carne ni lo que halagaba la existencia, sino que toda su esperanza y todos sus propósitos se dirigían a los bienes eternos. Todos sus deseos se orientaban hacia lo alto, hacia lo eterno e invisible, para que el amor a las cosas perecederas no los arrastrara a las cosas viles. Hermano, no pierdas la esperanza de progresar en el espíritu; todavía te quedan tiempo y posibilidad.
          5. ¿Por qué quieres postergar tu propósito? Decídete, comienza en seguida y di: ahora es tiempo de obrar, ahora es tiempo de pelear, ahora el tiempo es oportuno para enmendarme.
          Cuando no estés bien y te encuentres afligido, entonces es el momento de mayores méritos ya que te es necesario pasar por el fuego y el agua antes de llegar al descanso (cfr. Sal. 65, 12). Si no te haces violencia no vencerás el vicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario